Esta pequeña vivienda, es muy grande de corazón, tiene una superficie construida de 92 m2 y 76 útiles, pero su apertura al paisaje es tal, que su superficie se extiende a toda la parcela.
El porche orientado a sur proporcionará un maravilloso estar exterior, tanto en verano como en invierno.
Es una casa pensada para desdibujar los límites interior/exterior y vivirla en plena conexión con la parcela, con nuestro clima, eso sucede muchos meses al año.
La zona central abierta con grandes ventanales deslizantes, es la zona de día, a ambos lados se ubican dos dormitorios, perfecta para tener intimidad.
Es una casa perfecta de segunda residencia, tu refugio, ese lugar donde sueñas con ir los fines de semana y vacaciones, porque allí encuentras otro mundo sin ruido
A pesar de su aspecto contemporáneo, muchos elementos la convierten en una casa cálida, las contraventanas de acero y cañizo, su carpintería de madera, el revestimiento exterior de mortero de cal, trepadoras en sus testeros y una parra en el porche…
La parcela ideal para esta casa sería bastante horizontal, para permitir que el paisaje atraviese la casa. Una parcela de almendros?, tan nuestros, tan hermosos
Un pequeño pueblo cercano al que puedes ir caminando, allí se conoce todo el mundo, y tú serás a partir de ahora, uno más de ellos.